¿Por qué tengo la sensación de que cada cosa que se hace en este país, se hace para ir a peor?
Pues sí, hay cambio en la Ley Electoral, pero no es el cambio que esperábamos. Resulta que la nueva ley (en realidad es una cláusula que se añade) exige a los partidos pequeños que logren un aval del 0,1% de los votantes en cada suscripción. Esto es que deben recoger unas 35.000 firmas para poder concurrir en toda España. La forma y el tiempo (poco, a todas luces) para recogerlas aún no se sabe. No se sabrá, por lo menos, hasta el 8 de septiembre, fecha prevista de reunión de la Junta Electoral Central (JEC). Hasta esa fecha, tampoco se sabrá cómo se validarán las firmas (en un principio se dijo que las propias formaciones debían pagar los costes, lo cual ya supone un punto de exclusión para muchas de ellas, que no tienen recursos) ni qué documentación será necesaria presentar para dar el aval.
Otra característica a tener en cuenta es que cada elector solo podrá dar el aval a una formación política. Hay que aclarar que el aval no es vinculante y que no significa que vayas a dar tu voto a dicha formación. El voto solo se dará el 20N en las urnas.
¿A qué partidos afecta? A todos los que no tengan representación parlamentaria a día de hoy. Es decir, deberán recoger las firmas partidos que se presentaron a las pasadas elecciones generales, pero no superaron el corte para obtener escaños. También a las nuevas formaciones, como es el caso de EQUO.
Es indignante que para un cambio que se hace sea para blindar más a los partidos mayoritarios. Con esto se espera reducir las posibilidades de que nuevos partidos entren a quitar escaños a los perros viejos. Con un panorama lamentable por parte de los dos partidos mayoritarios (el PSOE por aumentar cada día los recortes y alejarse de lo que significan sus siglas y el PP por no hacer absolutamente ninguna propuesta en los ocho años de oposición), partidos como EQUO, que traen aire fresco, podrían conseguir muchos votos; el de los que se sienten traicionados, el de los que están hartos de lo mismo, el de los que no se sienten representados, el de los dubitativos… Y más aún si no existiera la Ley D´Hont que castiga a los menos votados de forma severa (recordemos que en las pasadas elecciones generales, IU, por ejemplo, necesitó 8 veces más votos que PSOE o PP para obtener un escaño).
En fin, una nueva barrera que es un paso atrás en la política del país. Estamos dispuestos a superarla y ya podemos dar nuestro aval a una nueva formación política. Recuerda que esto no significa darle tu voto. Yo ya he avalado, tú también puedes hacerlo aquí: Yoavalo.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario