Qué triste domingo este en el que conocemos la muerte de José Antonio Labordeta Subías. Un hombre polivalente; cantautor, profesor de historia, político aragonés, diputado en el Congreso de los Diputados y presentador. Pasará a la historia por canciones míticas como Canto a la libertad o Somos, por el entrañable Un país en la mochila, por su labor como político, uno de los que más han defendido al pueblo, y también, claro está, por su famosa intervención en el congreso: "No puede uno hablar aquí o qué. A la mierda, joder [...] Han controlado el poder ustedes toda la vida y ahora les fastidia que vengamos aquí las gentes que hemos estado torturados por la dictadura a poder hablar. Eso es lo que les jode a ustedes, coño. Y es verdad, joder. A la mierda". Hasta el último momento ha seguido siendo el más cuerdo en las declaraciones, como en esta en la que criticaba la actitud de los sindicatos, hace poco días. Qué grande has sido siempre y qué dolorosa tu pérdida.
Quiero recordar el texto "Canciones de libertad y banderas de dignidad" que Labordeta escribió para el diario Público, en el que recordaba aquella tarde en Rivas de homenaje a los republicanos que lucharon por la libertad. Seguiremos luchando por lo que tú tanto has hecho.
"La autovía de Valencia andaba a aquellas primeras horas de la tarde, soleada y luminosa, a tope. Los depresivos estábamos convencidos de que el personal se iba a la playa. Los optimistas daban por efectivo el que la mayoría se iba a quedar en Rivas Vaciamadrid; ganaron los optimistas y las gran explanada se fue cubriendo de personas llenas de ilusión con las banderas tricolores ondeando a la suave brisa y esperando que de un momento a otro comenzase el gran recital.
Y comenzó. Y participamos todos; desde Lluis Llach a una chica nueva que se llamaba Bebe y que cantaba canta como los ángeles.
Y estuvimos todos: cantautores clásicos y grupos radicales y desde el público un constante ánimo para todos aquellos hombres y mujeres que, por fin, podían celebrar su "derrota" como si fuese una victoria: pírrica, pero victoria en la que se superaban años de miedo y de terror.
Hubo lágrimas y hubo emoción y ahora, cuando tantos días han pasado de aquel feliz evento en que todos, público y cantautores, nos convencimos de que había que volver a la victoria, un pequeño desánimo nos cubre: la derecha está ahí poderosa y cubriendo todos los ángulos: Procesando, en nombre de Falange española, a Garzón y escondiendo los millones debajo de sus mantas. Pero peores tiempos hemos pasado y hay que volver a la esperanza de aquella tarde de Rivas en la que todos nos sentimos uno contra tanto poder especulativo puesto encima de todos nosotros.
Un pueblo, unido en una campa, entonando canciones de libertad y moviendo banderas de dignidad sigue teniendo una fuerza que es capaz de mover la tierra y los sentimientos. Aquella tarde fue así y debemos volver a que lo sea de nuevo".
HASTA SIEMPRE, LABORDETA
Pronto pocos sabran quien fue, ni qué significo... Adios.
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