Bueno, vamos con la crónica de lo que fue el Sonisphere para mí. Pero antes de nada, empezamos con lo malo: la organización. Muchas cosas que no me gustaron, por ejemplo, que no dejaran entrar y salir a la gente con entrada de un día, ni dejaran meter comida ni bebida. Estar más de 12 horas encerrados sin comer ni beber es imposible y los precios no eran nada accesibles. Mal. El polvo: tragamos una cantidad enorme de polvo. La zona de césped artificial era muy escasa. Las barras y las bebidas, tres barras para más de 40.000 personas son pocas. Que a las 22h ya no hubiese apenas agua en las barras es lamentable. También veamos lo bueno: el lugar del escenario está muy bien, muy buena visibilidad. Mojar a la gente con mangueras también está bien, aunque podían haber puesto más mangueras. Repartir botellas de agua a la gente junto a las vallas también fue un detallito. Bueno, vamos con la parte musical, que estuvo muy bien. Un adelanto: Matrícula de Honor para Twisted Sister; Sobresaliente alto para Iron Maiden; Sobresaliente para Uriah Heep y Notable alto para Apocalyptica.
A eso de las 15:25h de la tarde comenzaba a sonar el metal de Hammerfall. Aún no estaba lleno el recinto, pero había bastante gente, teniendo en cuenta el calor que hacía. En pleno sol, disfrutamos de un buen concierto de los suecos, que consiguieron animar a la gente especialmente con los temas Let the hammerfall y Hearts on fire. Unos 40 minutos de concierto que sirvieron como un buen aperitivo de lo que quedaba por delante.
Mastodon salió con la intención de derribar muros con su música y lo consiguieron. Muy contundentes y unos bombos de batería de esos que te hacen retumbar el pecho. No vi demasiado de la actuación porque mi cuerpo calentado por el sol me pedía ir a refrescarme a los túneles de agua pulverizada.
Antes de las 6 de la tarde, salían al escenario Apocalyptica. Tres violonchelos, un batería y un cantante a ratos. La gente les acogió con frialdad, quizá por el calor acumulado, quizá por desconfianza a un concierto de heavy sin guitarras eléctricas. A medida que pasaba el tiempo, Apocalyptica fue ganándose al público con su música contundente, heavy y delicada a partes iguales. Las versiones de Metallica fueron la llama que encendió definitivamente a la gente. Al final, una gran ovación para una actuación excelente de los fineses.
Más tarde de las 19h, salían Dream Theater al escenario. Este concierto lo disfruté poco. Esperaba algo más, no sé si de ellos o de mí. Había mucho calor acumulado. La sensación que me llevé es que son unos músicos excelentes y que el espectáculo que montan en directo es muy bueno con vídeos en las pantallas entremezclados con las imágenes del grupo en directo. No pudimos disfrutar de su despliegue de iluminación por el sol. Mucha gente estaba ya más pendiente de lo que venía a continuación que de ellos. No disfrutamos el concierto como nos habría gustado y es una verdadera pena, porque es un grupazo. Por cierto, la elección del nuevo batería ha sido acertada. A las 20.20h, más o menos, acabó su actuación. Estábamos a una hora del inicio de los Maiden.
A las 21.20h de la noche (aún con luz), con todo el escenario convertido en una nave espacial, comenzaba a sonar Doctor, doctor de UFO. La gente se exaltaba porque esa es señal inequívoca de que Iron Maiden está a punto de saltar al escenario. Un montaje fantástico con la visita de Eddie, el fondo de escenario que cambiaban con cada canción, un Bruce Dickinson que no paró de saltar y correr ni un segundo. En general, todos estuvieron muy metidos, un sonido fantástico y el público enchufadísimo. Un conciertazo que, probablemente, vivió su momento álgido con The trooper. Por poner una pega, faltó algún clásico más en el set list para que hubiese sido un concierto redondo. Aún así, fue un concierto para enmarcar.
Acabaron los Maiden y parecía que ya estaba todo el pescado vendido. Nada más lejos de la realidad. Un poco más tarde de lo que les correspondía salieron al escenario Twisted Sister. Desde el minuto uno desplegaron toda la fuerza y la energía hasta el final del concierto. Si no les conociéramos, cualquiera diría que tienen 18 años y no cincuenta y tantos. Salieron con ganas de arrasar y arrasaron. Un concierto plagado de clásicos, ellos entregados y un Dee Snider demostrando por qué es considerado uno de los mejores frontman del mundo. No paró de saltar, correr, animar al público, bromear y aún conserva un vozarrón destacable. Tímidas palabras en español de Snider, aconsejado por Eddie Ojeda. Uno de los momentos más divertidos fue cuando, tras tocar el clásico imprescindible We´re not gonna take it, Snider se acercó a Eddie a preguntarle algo y Eddie pronunció las palabras “Huevos con aceite” desatando la carcajada general (así se conoce popularmente a la canción de los Twisted Sister) y Dee Snider animó a todo el mundo a cantar la canción con la letra modificada al estilo local. Geniales. Al principio de su actuación dijeron algo así como “Welcome to Twisted Sister show” y eso fue: un auténtico show. Tras una hora y pico de cachondeo, fuerza, buen rollo y diversión y después de la gran ovación, se despedían diciendo “we are Twisted Sister”. No se nos olvidará!
Eran las dos menos veinte y todavía quedaban dos actuaciones. La primera la de los ingleses Uriah Heep. Otro conciertazo. Mucha gente se fue de la zona del concierto creyendo que se iban a aburrir y se equivocaron de lleno. Los casi abueletes (y lo digo con la mejor intención) dejaron de lado la edad y se subieron al carro de la energía. Un directo muy endurecido, adaptándose a las circunstancias del festival. Parecían casi más una banda de heavy que una de hard rock clásico, pero sin perder su elegante estilo. Todos metidísimos, animados y descargando con fuerza. A Russell, el batería, poco le faltó para desmontarla de la tralla que le dio. La hora de actuación fue un punto clave para que mucha gente se fuera. Bernie Shaw, vocalista, salía al escenario diciendo que era muy tarde, con sentido del humor, eso sí. Creo que deberían haber tocado antes de los Maiden y los Maiden más tarde, así más gente habría disfrutado de su descarga y, con más público, habrían visto más recompensado el esfuerzo que hicieron para ofrecer un gran concierto. En cualquier caso, el de Uriah Heep fue otro conciertazo que no olvideramos.
A las tres de la noche salían los italianos Lacuna Coil al escenario diciendo “buenos días”, con humor. Era muy tarde. No estaba mal de gente, pero el cansancio hizo mella, a pesar de los esfuerzos del grupo para animar a la gente. Desde mi punto de vista, el concierto fue demasiado ruidoso. A lo mejor es que mis oídos ya habían recibido demasiados decibelios. Aún así, consiguieron dar un buen concierto. Mención especial a Cristina Scabbia que tiene una gran voz y sabe moverse por el escenario para conseguir llenarlo.
En resumen: de los Maiden se esperaba un gran concierto y lo dieron. Cumplieron con creces. Apocalyptica sorprendió. Muy buen concierto. Uriah Heep se merecen un reconocimiento por el concierto que dieron. Auténtico conciertazo. Twisted Sister, para mí, son los ganadores de la noche (que no me maten los fans de los Maiden!!). Enérgicos, divertidos, potentes, animados y complicidad con el público. ¡Simplemente geniales!
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