lunes, 3 de diciembre de 2012

Una noche sublime. Homenaje al Maestro Reverendo


Tres horas de grandes figuras de la música para despedir a Ánjel Muñoz El Reverendo como se merece. Con tono alegre, lejos de los pesados eventos plagados de adjetivos para ensalzar al homenajeado. Reinó la música y el buen humor, tanto que la noche empezó con una charanga de un amigo íntimo suyo. No podía ser de otra manera.

El Gran Wyoming

Uno de los rostros que más tiempo estuvo sobre el escenario fue el del Gran Wyoming (se llevó una gran ovación al salir) que pasó treinta y pico años con El Reverendo actuando. Admitía Wyoming con humor que el suyo era “el repertorio más rentable de la historia, porque tocamos durante 30 años las mismas canciones y en el mismo orden”. Sonaron canciones míticas de Wyoming & Reverendo como Canción de invierno o Tramperos de Connecticut con la colaboración del público. Después de tres décadas, volvía a juntarse el mítico grupo Paracelso. Salían Wyoming, su hermano José Julián y cía presentados por El Pirata que decía bien; “manda güevos que haya tenido que palmar El Reverendo para que vuelvan a juntarse”. Se les vio a todos muy contentos y cómodos sobre el escenario. Ojalá se lo piensen y decidan dar, al menos, un concierto completo.

Paracelso
El Pirata




La mayor ovación de la noche fue cuando salió Rosendo para tocar Agradecido con sus inseparables Rafa y Mariano. Rafa, además de con Rosendo, tocó con más gente como Red House Band -con el vocalista norteamericano Jeff Espinoza y el guitarrista Francisco Simón- que fue la banda del CQC en su primera etapa o Rodrigo Mercado, el hijo de Rosendo. Precisamente para el disco de Rodrigo fue la última grabación de El Reverendo. Y si los aplausos alcanzaron máximos cuando salió Rosendo, imaginaos cuando este presentó a Wyoming para que cantaran juntos el Maneras de vivir. La piel de gallina y un Wyoming que lo disfrutó como un niño. Momentazo que vamos a recordar durante muchísimo tiempo.

Rosendo

Rafa, Mariano, Wyoming y Rosendo





En el escenario dejaron también su firma Moncho Alpuente (junto a Wyoming, contando la historia de “dos hombres unidos por un pubis… el de una mujer, claro”), el toque único de Los Enemigos, La Bestia -el hermano de El Reverendo- y El Chino Zapatista -su primo-, Fernando Martín con una gran interpretación de Flores Muertas de Desperados con Cristina Narea, Julián Hernández de Siniestro Total poniendo el toque gallego, Totó Munilla y su pop de calidad, José Antonio Romero y Ramón Arroyo haciendo sonar las guitarras eléctricas, Fernando Palacios junto a la Rudy Armstrong Quartet haciendo sonar increíblemente bien unas simples trompetillas de plástico (sí, las típicas de los niños que se pueden comprar en cualquier tienda de juguetes), el alemán Andreas Prittwitz con mucha presencia en los vientos, el gran Javier Krahe (con sus habituales Fernando Anguita y Javier López de Guereña y con Andreas y Antonio Calero), el Cuarteto Boehm y sus cuatro clarinetes de distinto registro, el gran pianista Kike Jambalaya, el baterista Eric Franklin, el humor de Pepín Tre con la voz de Tino, Fernando Illán con su bajo, Manolo Villalta y su talento a los teclados, la intervención del ex CQC Juanjo de la Iglesia, el acordeón de Begoña Larrañaga y su banda y los que se me olvidan (perdón). Todos geniales en este evento irrepetible. Una noche “sublime” por ti, Maestro Reverendo.

PD: Además de los recuerdos imborrables, me llevé el disco “Wyoming & Reverendo. Antolojía 1975 - 2000” y las firmas en el interior del libreto de Wyoming, Julián, Rafa J. Vegas, Begoña y Jeff Espinoza. ¡Muchas gracias a los cinco, que fuisteis muy amables!

Wyoming y Moncho

Los Enemigos

La Bestia

Cristina Narea y Fernando Martín

Julián Hernández

José Antonio Romero

Ramón Arroyo

Fernando Palacios y sus trompetillas

Javier Krahe

Kike Jambalaya

Pepín Tre y Tino

Juanjo de la Iglesia

Begoña Larrañaga


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