miércoles, 17 de agosto de 2011

Abusos sexuales y el Vaticano


Crimen sollicitationis es un documento enviado a los obispos católicos del mundo en el que se decía que se debían ocultar todos los casos de abusos a menores cometidos por curas y sacerdotes bajo pena de excomunión. El encargado de hacer cumplir esto durante más de 20 años fue Ratzinger, actual Papa. Cuando fue elegido Papa, nombró a un sucesor suyo y envió el documento a todos los obispos del mundo con una competencia exclusiva para el Vaticano: los alegatos de abusos sexuales deben presentarse exclusivamente en Roma.

En 2002, casi 4500 sacerdotes de EEUU fueron acusados de violar o abusar sexualmente de niños. En todas las diócesis de EEUU se observaba el mismo porcentaje de abuso de menores.

Los curas acusados no fueron investigados ni castigados por la iglesia, sino que fueron trasladados de una parroquia a otra, dejando un rastro de niños abusados allá por donde pasaban. Esto ocurre en todo el mundo. El Vaticano respalda y protege a los sacerdotes acusados por la justicia. La iglesia encubre a los delincuentes.

Uno de los acusados que salen en este documental vive sin ningún cargo. A la pregunta: “¿Qué le ocurrió como consecuencia de dichos abusos?”, él respondió: “La verdad es que nada. La vida siguió igual”. 






2 comentarios:

  1. Lo bueno es que la iglesia catolica se ha visto forzada a perseguir y denunciar estos casos. Lo mismo deberían hacer las iglesias evangélicas y los Testigos de Jeová que aún insisten en ocultar ese tipo de hechos...

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  2. Que lo hayan tenido que hacer por obligación no creo que sea bueno. Más que nada porque si no es iniciativa suya, la "limpieza" será solo por encima. Pero sí, también es algo que atañe a otras corrientes del cristianismo.

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