Al comienzo de su legislatura, Esperanza Aguirre avisó que si la pasada fue la legislatura de la sanidad, esta iba a ser la de la educación. Esto, traducido al lenguaje del pueblo, es que la educación pública de la Comunidad de Madrid va a sufrir y mucho. La sanidad ya está privatizada en un altísimo porcentaje y lo que permanece de la pública se mantiene con listas de esperas de meses o años y con menos camas por habitante que cuando llegó Espe. La educación pública lleva el mismo camino. De momento, los colegios privados y concertados y sus alumnos disfrutan de más ayudas que los públicos. Sí, yo también pienso que esto no tiene sentido, se dan más ayudas a quien menos lo necesita. Pero la gente está harta y no va a tragar. Espe no lo tendrá tan fácil: si mantiene los recortes, no empezará el curso.
La Asamblea por la Escuela Pública, que agrupa a medio millar de profesores, ha acordado no ceder ante los recortes. Entre otras cosas, estos recortes supondrán 12 profesores menos por centro. Calculan que 3.000 profesores interinos dejarán de ser contratados. La Asamblea quiere implicar a las familias contra este recorte a un servicio público. Ya el año pasado se contrataron a 2.500 profesores interinos menos entre Primaria y Secundaria. Se va a suprimir la clase de Tutoría, pero solo en la educación pública; permanecerá en la concertada. Una gran parte de la población también está en contra de estos recortes. Se puede ver en redes sociales como Twitter, donde la lista del hashtag #profesoressinesperanza no para de recibir mensajes.
Muchos de los profesores también condenan el mensaje que Aguirre envió a todos los centros de la Comunidad pidiendo que cedieran sus instalaciones a los fieles católicos durante la visita del Papa en el mes de agosto. Respecto a esto, los miembros de los claustros de los institutos de Rivas-Vaciamadrid se han negado y así lo han hecho saber, como podéis ver aquí y aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario