lunes, 1 de octubre de 2012

Festival En Vivo 2012 Rivas - Crónica


Ya se ha celebrado la tercera edición del festival En Vivo, por primera vez en Rivas. Esta va a ser recordada como la edición del agua. Porque la que nos cayó encima, sobretodo el viernes, es de libro. La acampada se convirtió en un barrizal. Afortunadamente, toda la zona de conciertos estaba asfaltada, sino habría sido imposible. Bueno, toda, menos un cacho en la pista del Miguel Ríos (que corresponde a la zona donde está colocado habitualmente el escenario, ya que para el festival se alejó de las gradas para aumentar la capacidad). Lo de la lluvia, al final, lo hace más mítico. Sobretodo porque no fueron tormentas, fue una lluvia continua. También tiene su gracia, si vas preparado, ver los conciertos bajo el agua. En fin, que entre la lluvia, la nueva ubicación y las grandes actuaciones que hemos visto ha sido un En Vivo que vamos a recordar durante mucho tiempo. Aquí va mi crónica personal. Es subjetiva. Pero se admiten todo tipo de comentarios, por supuesto.

Los Suaves
El jueves había dos platos fuertes. Los Suaves y Soulfly. Los Suaves me dejaron frío. Es un grupo con el que no logro conectar en directo. Comprendo que los muy fans lo pasarán genial, pero yo me aburrí. A Yosi no le entendí ni una palabra durante todo el concierto. Bueno sí, el “Buenas noche, Getafe”. Soulfly descargó toda su potencia para el deleite de los seguidores de Max Calavera y cia. Antes de los brasileños, llegó para mí la sorpresa con The Locos. Es un grupo al que nunca le había hecho mucho caso, ni había visto en directo. Este era el momento de verles por primera vez. Y seguro que no la última. Un directo muy divertido y saltable. Nos hizo entrar en calor bajo la lluvia intermitente. Incluyeron versiones de canciones muy conocidas como Surfin´ bird o I like to move it que terminaron de animar al personal. Y, para mí, los mejores de la primera jornada: los Mojinos Escozíos. Consiguieron hacer del escenario 2 una auténtica locura. Risas, saltos, gritos, bromas, más risas. Entre las letras propicias para corear y la gracia del Sevilla y del resto, pasamos 60 minutos realmente buenos y que se nos pasaron volando. No faltaron algunos clásicos de la banda como Eco, Por el culo, Las burbujitas, No tienes huevos, Las niñas de La Salle o el Himno marsial y viril de la gente que se siente efusivamente guay. Todas acompañadas completamente por el público. Allí, con los Mojinos, perdí la voz.

The Locos

Rosendo
Desde que amaneció el viernes estuvo lloviendo. Sin parar. Llegó la hora de abrir las puertas del recinto y seguía lloviendo. Así que decidí no ver por enésima vez a Sôber, aunque los que sí fueron hablan bien de su actuación. Los Celtas Cortos salieron al escenario y todavía seguía lloviendo. El público estaba frío y ellos también. Una actuación flojilla, diría yo. Nada que ver con el conciertazo que dieron en la anterior edición. Corriendo al escenario 1 porque llegaba el momento de don Rosendo Mercado Ruiz. ¿Era el momento en el que más llovía de la noche? El agua caía de tal forma que llegó a mojar hasta el fondo del escenario. Vamos, que el Rosen, Rafa y Mariano acabaron empapados. Y, a pesar de eso, fue un conciertazo. Claro, que viniendo de Rosendo, eso no es noticia. Un setlist muy bien elegido eliminando las canciones más lentas y dejando las que queríamos escuchar. Un sonido muy cuidado, aunque algo escaso de volumen, al menos en las primeras filas. Rosendo tan simpático como siempre presentando las canciones y dando las gracias después de cada una de ellas. Entre otras, no faltaron Y dale!, Mala vida, Pan de higo, Amaina tempestad (la mejor canción que ha compuesto Rosendo en varios años), Majete (“una rumbita”, como la presentó el maestro), Masculino Singular, Entre las cejas (Leño pa´ siempre), Flojos de Pantalón o Agradecido. Acababa Rosendo diciendo que se les había hecho muy corto (como a nosotros) y que un placer “tocar en el En Vivo, En Rivas o en Getafe” y aunque sea bajo al agua. No sé con qué otras palabras decirlo; para mí un concierto de 10. Sin ninguna duda, el mejor del viernes, e incluso de todo el festival. Otros de los platos fuertes era Bad Religion. La verdad es que esperaba más gente en este momento, pero la lluvia seguía sin dar un respiro. Aunque me perdí el principio, lo que vi me gustó mucho. Tengo que decir que bastante más que Offspring en la pasada edición. El principal motivo para quedarme con Bad Religion es que estos sí que interactuaron con la gente. Llegar dar un concierto e irse es algo que siempre me ha jodido especialmente. Además de eso, sonaron muy bien, el batería muy destacable y dejaron para el final los clasicazos: You, Punk rock song y American Jesus. Gran concierto de los californianos. Toda mi experiencia con el mundo hip hop en este En Vivo han sido los 15 últimos minutos de Nach. Me habría gustado verle más, pero mandaban los yanquis. Boikot también estuvieron sembrados. Nos calentamos con ellos a base de brincos. Esta gente, cuando se ponen, hacen grandes cosas. Tanto con la del año pasado como con esta actuación, queda demostrado. Justo cuando acababan los madrileños, dejaba de llover ¡por primera vez en todo el día! Claro, que empezó de nuevo 5 minutos después…

El Drogas

Extremoduro
A las ocho y cinco del sábado salía al escenario 1 Enrique Villarreal a estrenar su nuevo proyecto: El Drogas. Esta era la primera actuación de esta etapa y había ganas de ver qué ha preparado. Sonaron La silla eléctrica, Oveja negra, Animal caliente o No sé qué hacer contigo de Barricada y Empuja pa´ki o Todos los gatos de Txarrena, amén de la imprescindible versión de Frío. Hay que decir que los más celebrados fueron los temas de Barricada. Escuchar canciones de ambos grupos mezcladas es un tanto raro, pero no está nada mal. En algunos casos queda muy bien como la fusión para terminar de En blanco y negro y Azulejo frío. El Drogas, que se nos despelotó en el concierto, es un grande. Y punto. Por cierto, aunque ya había visto a Txarrena el año pasado en Getafe, allí no estaba Brigi a la batería. Era la primera vez que le veía en este papel. Y cómo le da, el tío. Aporrea contundente y rápido, tanto que a veces hasta se atropella. Muy bien todos ellos. El experimento “El Drogas” ha sido superado con éxito. Es más, los mejores del sábado a mi juicio. Porque después vino el momento de Extremoduro y la decepción para mí. Esperaba otra cosa. Pero, ojo, no estoy diciendo que el concierto fuera malo. El caso es que La ley innata es un disco que no me gusta y sonó casi entero. Material defectuoso está bien, pero demasiado tranquilo para un festival. También es cierto que ya sabíamos cómo iba a ser el concierto, en ese sentido. Lo que no esperaba eran los descansos de 10 minutos, que me terminaron de matar, ni tampoco la frialdad de Robe ante tanta audiencia. Por cierto, el auditorio hasta arriba. Se despejaron las dudas: sí, entramos todos y hasta sobró un poquito de hueco (una pantalla para los de atrás tampoco habría estado de más, como apunte). En fin, que antes comentaba lo poquito que me gusta que un artista no se dirija a su público. A pesar de eso, lo cierto es que las canciones de estos dos últimos discos ganan en directo, suenan mucho más potentes. Me quedo con la tercera parte del concierto, mucho más animada. Así partimos para ver a Obús. Y llegó el show. Empezaban bien saliendo de debajo de la batería (situada a un par de metros sobre el suelo). Y siguieron mejor abriendo con Juego sucio. Ver a Obús siempre es un espectáculo, con Fortu que tiene una presencia en el escenario como pocos. Pidiendo palmas y animando nos metió en el bolsillo. Todos tuvieron una gran actitud. Pero también quiero destacar al pedazo de batería que es Carlos. Le da de puta madre y encima no para de hacer florituras con las baquetas. Un crack. Por no hablar del show de percusión (a pesar de que esta vez no salió redondo). Grandes Obús. La última actuación del festival en el escenario 1 (también la mia) fue el de Berri Txarrak. Mi primera vez con los vascos y muy satisfecho. Me gusta la puesta en escena, sencilla y elegante. Sonido genial y, en general, un gran concierto. Una buena forma de acabar.

Berri Txarrak

Obús
Así pasaba el tercer año del En Vivo. Espero que no sea la primera y última vez que se haga en Rivas, porque es un lujo que un macrofestival como este se haga en una superficie asfaltada y tan bien preparada como el Miguel Ríos y alrededores. Con sus baños y sus cosas. Hay aspectos que son mejorables. Por ejemplo, cambiar el escenario 2 y el 3. Creo que la mayoría de los movimientos de la gente eran del escenario 1 al 2 y estos estaban demasiado alejados, con lo que siempre te perdías parte de alguna actuación. Además, siendo un festival mayoritariamente rockero, lo que más se escuchaba en todo el recinto era el hip hop, al ser el escenario situado en el medio. Luego está el tema de la acampada, pero como ni acampé ni me pasé por ahí, no puedo opinar. Un puntazo lo de las barras como si fueran locales con sus bolas de discoteca y todo. En general, yo creo que ha sido un gran festival y que lo hemos pasado como corresponde, a pesar de la lluvia. Nos hemos juntado 55.000 personas de todo tipo, llegando al aforo máximo. Ya hay ganas de la cuarta edición del En Vivo!!

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