Antes de acabar el 2010 quiero recordar a unos grandes que nos dejaron este año:
Ronnie James Dio: la voz del metal y creador de los famosos cuernos del heavy. El vocalista de Elf, Dio, Rainbow o Black Sabbath, entre otros, dejó de deleitarnos con su voz para siempre. Un tipo amable, agradable y amistoso, dicen los que tuvieron el placer de conocerle.
José Saramago: "Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay". Un verdadero Premio Nobel.
Steve Lee: el vocalista de Gotthard murió en el momento más exitoso de la banda. Una gran voz que acabó su historia sobre una moto en EEUU.
Y, por supuesto, el más grande:
JOSÉ ANTONIO LABORDETA: poco puedo decir, salvo que era un fenómeno en todo. Todo un ejemplo. Al irse, dejó un hueco en nuestra sociedad imposible de llenar. Luchó por la libertad como nadie, se enfrentó a quien hizo falta y habló a la cara a quien le quiso callar.
Tampoco podemos olvidarnos de otros grandes que se fueron como el bueno de Manuel Alexandre, el luchador Marcelino Camacho, Antonio Ozores o Enrique Morente.
A todos,
Hasta siempre
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