La triste historia

Alguien irrumpe en tu casa sin previo aviso. Entra al salón y te atrapa con una red. Estás desorientado. ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué me pone una red encima? El hombre comienza a arrastrar la red. La situación empeora por momentos. Te mueves desesperadamente. Nada bueno puede pasar. Intentas escapar en vano. Con cada intento, vas siendo más atrapado por la red. Tus movimientos son cada vez más restringidos. El hombre te arrastra fuera de tu casa. Algo raro ocurre. Estás en otro medio, un lugar que no te pertenece. No sabes qué es, pero sí te das cuenta de una cosa; apenas puedes moverte. Te asfixias. Sientes como tu cuerpo no responde como quieres. El hombre se acerca, saca un cuchillo enorme y te corta un brazo. Ahora ya tiene lo que quería y se marcha a por otra víctima que estará en su sillón. Puedes volver a tu casa, a tu medio. Pero ya no hay nada que hacer. Sin tu brazo no podrás vivir. Morirás desangrado en tu sofá.

Tú eres un tiburón. El hombre un pescador. Tu casa es el océano. Tu brazo, la aleta dorsal.

En cada boda china, uno de los platos es sopa de aleta de tiburón. Para que dé suerte, tiene que haber, al menos, una aleta por invitado. Multiplica cuántos invitados puede haber en una boda  por las bodas que pueden realizarse en un país tan poblado como China, al año. Eso si no tenemos en cuenta los platos de aleta que se cocinan al margen de las bodas. O los que se pescan para crear con su cartílago el nuevo "remedio" hecho a base de cartílago de tiburón. Se usa para impedir el desarrollo de tumores y otras enfermedades asociadas a los cartílagos y al envejecimiento. Uno de los impulsores de esto escribió un libro. En él, expone su razonamiento: los tiburones no tienen tumores, así que si nos los comemos nosotros tampoco tendremos. Quizá algunos comen criadillas para tener más huevos o grasa de ballena para escuchar ultrasonidos. Lo cierto es que su efecto no está demostrado (ni lo estará) por una sencilla razón: la aleta de tiburón es simple y llanamente cartílago, colágeno. Nada más. El escritor tiene un peso destacado en empresas que se dedican a la pesca de la aleta de tiburón. Por cierto, la empresa Yahoo! realiza importantes inversiones en empresas de finning que se dedican a la pesca, envasado y comercialización de aleta de tiburón.

España es uno de los países que más aletas exportan al mercado asiático. Los barcos españoles pescan tiburones, les cortan la aleta y los devuelven al mar, en la mayor parte de las ocasiones. Sin ella, el tiburón no puede nadar. Cae al fondo y muere por diversos motivos (desangrado, por la situación extremadamente traumática, de hambre...). Además, Madrid Fusión 2009 promocionó la sopa de aleta de tiburón. Triste que este país sea uno de los principales participantes de este sucio negocio.

La población de tiburón blanco se ha reducido un 50% en el mediterráneo en los últimos diez años. 

En los últimos 200 años, se ha reducido la población de grandes tiburones en un 97% en el mediterráneo. 

Alrededor de 70 millones de tiburones son asesinados cada año en todo el mundo por sus aletas.

No consumas productos que contengan aleta de tiburón.

Firma la petición de la fundación Project AWARE aquí.

Está en nuestras manos que ese hombre no vuelva a asesinar.