Ya hace casi 12 años que vivimos esta emotiva e inolvidable jornada. Un homenaje a centenares de anónimos que lucharon por la democracia. Más de 700 luchadores y luchadoras llegaron desde muchos puntos de España, a pesar, en muchos casos, de su avanzada edad, para recibir un merecido reconocimiento por parte del pueblo. Sí, por parte del pueblo, porque nunca lo hubo por parte del Estado Español. Se nos quedó corto, pues cualquier homenaje siempre se quedaría corto. A ese pueblo que luchó contra un ejército para defender la democracia, tenemos que darle las gracias cada día.
Más de 40 años después del fin de esa dictadura aplastante y asfixiante que sufrió este país, aún los herederos de los vencidos siguen buscando en las fosas y cunetas a sus antepasados, porque los herederos de los ganadores continúan en el poder.
El homenaje a las republicanas y republicanos que se celebró en Rivas en junio de 2004 quedó grabado en un DVD. Os recomiendo encarecidamente que lo tengáis en vuestras casas, para que podáis ponerlo a menudo y que se erice vuestra piel una vez más. Os dejo con un texto que el gran José Antonio Labordeta escribío sobre este acto para el diario Público y el primero de los vídeos.
Y que no se nos olvide recuperar la memoria.
"La autovía de
Valencia andaba a aquellas primeras horas de la tarde, soleada y
luminosa, a tope. Los depresivos estábamos convencidos de que el
personal se iba a la playa. Los optimistas daban por efectivo el que la
mayoría se iba a quedar en Rivas Vaciamadrid; ganaron los optimistas y
las gran explanada se fue cubriendo de personas llenas de ilusión con
las banderas tricolores ondeando a la suave brisa y esperando que de un
momento a otro comenzase el gran recital.
Y comenzó. Y
participamos todos; desde Lluis Llach a una chica nueva que se llamaba
Bebe y que cantaba canta como los ángeles.
Y estuvimos todos: cantautores
clásicos y grupos radicales y desde el público un constante ánimo para
todos aquellos hombres y mujeres que, por fin, podían celebrar su
"derrota" como si fuese una victoria: pírrica, pero victoria en la que
se superaban años de miedo y de terror.
Hubo lágrimas y
hubo emoción y ahora, cuando tantos días han pasado de aquel feliz
evento en que todos, público y cantautores, nos convencimos de que había
que volver a la victoria, un pequeño desánimo nos cubre: la derecha
está ahí poderosa y cubriendo todos los ángulos: Procesando, en nombre
de Falange española, a Garzón y escondiendo los millones debajo de sus
mantas. Pero peores tiempos hemos pasado y hay que volver a la esperanza
de aquella tarde de Rivas en la que todos nos sentimos uno contra
tanto poder especulativo puesto encima de todos nosotros.
Un pueblo,
unido en una campa, entonando canciones de libertad y moviendo banderas
de dignidad sigue teniendo una fuerza que es capaz de mover la tierra y
los sentimientos. Aquella tarde fue así y debemos volver a que lo sea
de nuevo".