"No es comparable lo que haya podido pasar en unos cuatos colegios con los millones de vidas destruidas por el aborto". Esta perla soltó el cardenal Cañizares en un programa de TV3. Con lo de "unos cuantos colegios", se refiere a los abusos físicos, psíquicos y sexuales que sufrieron 35.000 menores en 216 instituciones católicas de Irlanda durante más de 30 años. La gravedad del asunto no queda ahí; el candidato del PP para las europeas, Mayor Oreja, defiende a Cañizares diciendo que "la postura del cardenal es exacta" ya que solo pone orden a dos cosas graves.
Por si esto fuera poco, Ricardo Benjumea, redactor jefe de la revista Alfa y Omega del Arzobispado de Madrid, presidido por el cardenal Rouco Varela, ha escrito un artículo donde nos deleita con una teoría según la cual si se "banaliza con el sexo" no tiene sentido condenar la violación como delito. La comparación resulta de su deducción de que "la pastilla convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute". "¿No debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante algunos minutos?", escribe Benjumea. Eso sí, asegura que no pretende frivolizar con la violación. Al final, va a ser un santo.
Otra más, esta vez desde Las Canarias. El Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, afirma que hay menores que incitan el abuso sexual. Así de escalofriante es la declaración del clérigo. "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo". Normalmente, cuando tienes un desliz y sueltas una burrada intentas corregirlo, salvo cuando estás convencido de lo que estás diciendo. En ese caso, continúas: "Incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece" y lo comparas con otras cosas, como con la homosexualidad (de la que dice que "perjudica a las personas y a la sociedad"): "la persona la practica como puede practicar el abuso de menores".
Me pregunto por qué ésta gente está al margen de la ley, ¿de dónde sale su impunidad?
Por si esto fuera poco, Ricardo Benjumea, redactor jefe de la revista Alfa y Omega del Arzobispado de Madrid, presidido por el cardenal Rouco Varela, ha escrito un artículo donde nos deleita con una teoría según la cual si se "banaliza con el sexo" no tiene sentido condenar la violación como delito. La comparación resulta de su deducción de que "la pastilla convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute". "¿No debería equipararse a otras formas de agresión, como si, por ejemplo, obligáramos a alguien a divertirse durante algunos minutos?", escribe Benjumea. Eso sí, asegura que no pretende frivolizar con la violación. Al final, va a ser un santo.
Otra más, esta vez desde Las Canarias. El Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, afirma que hay menores que incitan el abuso sexual. Así de escalofriante es la declaración del clérigo. "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo". Normalmente, cuando tienes un desliz y sueltas una burrada intentas corregirlo, salvo cuando estás convencido de lo que estás diciendo. En ese caso, continúas: "Incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece" y lo comparas con otras cosas, como con la homosexualidad (de la que dice que "perjudica a las personas y a la sociedad"): "la persona la practica como puede practicar el abuso de menores".
Me pregunto por qué ésta gente está al margen de la ley, ¿de dónde sale su impunidad?
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